Cuenta la leyenda que al norte de Detroit,Estados unidos.Vivía una condesa con su marido, en un castillo el cual ahora permanece abandonado, se comenta que en aquella casa mataron al conde Beltrán, al hacer la autopsia no encontraron la causa de la muerte, entonces el pueblo dio por hecho que la mujer lo asesinó para quedarse con el dinero. No volvieron a aceptar a la condesa, era la asesina del pueblo, entonces la mujer cayó en una gran depresión, y una de tantas noches se puso su vestido blanco más largo y se precipitó al vacío desde lo alto del castillo. Ese dia comenzo el mayor temor de los ciudadanos, desde entonces cada 2 de febrero a las 12:07 de la noche el fantasma de aquella mujer deambula por el pueblo con aquel vestido largo, su piel perfecta llama la atención de la mayoría de los hombres y a las 3 de la madrugada vuelve a escucharse aquel terrible grito, tal grito que despierta a todo el pueblo con un escalofrío. Lo extraño es que cada año por el aniversario de la muerte de la condesa una habitante del pueblo sube a lo alto del castillo, con un vestido blanco y se precipita al vacío , a la misma hora cada año.Los ciudadanos asustados las empezaron a llamar “Los ángeles caídos” porque no sabían el origen de aquellos trágicos incidentes.
En el año 1994, un equipo de investigadores fueron al castillo para ver si escuchaban alguna psicofonía que pudiera desvelar la verdad, y así es, se escuchaba el llanto de aquella pobre condesa, un llanto no de culpa sino de sufrimiento. Aquel equipo descubrió la verdad sobre el conde y la condesa,cada noche la pobre sufría maltratos, la ataba con cuerdas la violaba. Todo eso lo supieron nada más entrar en aquella terrorífica habitación, en la cual ningún otro ser humano antes había entrado. En la mesita de noche antigua de la condesa encontraron su diario , hay contaba todas y cada una de las noches de terror que transcurrieron en aquella habitación.
Actualmente cada 2 de febrero los ciudadanos rodean de velas el castillo y cuentan la historia del primer ángel que cayó desde lo alto de aquel viejo edificio.